La Viña y la Cabra | Blog Action Day '09 Post

. jueves, 15 de octubre de 2009
0 comentarios

Por Carlos Javier Delgado León. Se ha hecho de noche. Todo el día he tenido una molesta sensación de desasosiego que no me ha dado tregua y que deviene de una sola pregunta: ¿En serio nos importa?



¿En serio nos importa lo que le está ocurriendo a la Tierra?, ¿En serio nos importan las consecuencias que el cambio climático acelerado está generando en diversas comunidades alrededor del Mundo?, ¿En serio nos importa el futuro de la Humanidad?....

Es obvio que no tengo las respuestas, pero cuando menos de la vieja sabiduría de Esopo he obtenido una sentencia:
"Una viña se encontraba exuberante en los días de la cosecha con hojas y uvas. Una cabra que pasaba por ahí mordisqueó sus zarcillos y tiernas hojas. La viña le reclamó:

-¿Por qué me maltratas sin causa y comes mis hojas? ¿No ves que hay zacate suficiente? Pero no tendré que esperar demasiado por mi venganza, pues si sigues comiendo mis hojas y me maltratas hasta la raíz, yo proveeré el vino que echarán sobre ti cuando seas la víctima del sacrificio
".

Qui habet aures, audiat.



******
La imagen que acompaña al post lleva por nombre "Ocaso". Pertenece a Emmanuel Frezzotti, y está licenciada con Creative Commons (Attribution-Noncommercial-Share Alike 2.0 Generic).
Siga leyendo >>>

El cambio climático desde la cotidianidad

.
0 comentarios

Por Jakson Velazquez. Cuando llegue a Bogotá, tenía que tomar el transporte a las 6: 15 AM para llegar a tiempo al trabajo que iniciaba a las 8:00 AM, llegaba 10 minutos antes, pero si tomaba el transporte 10 minutos después, llegaba 20 minutos más tarde. Luego conocí el sistema masivo de transporte de esta ciudad basado en buses articulados con carriles exclusivos. Reduje el tiempo de 1:35 minutos (algo normal en este tipo de ciudades) a 1:00 hora, esto para mí era maravilloso, increíble. Cuando había vivido en ciudades pequeñas, 1 hora era el tiempo necesario para recorrer toda la ciudad y con ese tiempo de viaje se podía perfectamente vivir en las afueras de la ciudad, en esta hiperciudad las cosas eran a otro precio. Después de conocer el sistema masivo de transporte no quise volver a tomar el transporte corriente que me llevaba por las vías mas inhóspitas de la ciudad, así como por las más transitadas donde solo se respiraba el dulce y a veces agrio olor del monóxido del carbono que lo dejaba a uno en brazos de Morfeo para hacer más acogedor el viaje que era interrumpido por gente que vende artesanías, dulces, poemas callejeros o cantantes que desafinados que imploraban por un poco de dinero para sus cosas.

Me preguntaba que se hacía todo ese humo, y veía los edificios de las principales vías: grises y hollinados tanto como si se tratara de la escenografía de una película existencial y dramática. No tenía que ser genial para saber que toda esta polución se iba para la atmosfera y tendría algún efecto secundario. Fue así como comprendí como tenemos que vivir con la carga del cambio climático desde la cotidianidad. Tanta concentración de personas en esta hiperciudad, implica el consumo de recursos, el deforestar áreas necesariamente para urbanizar, el consumir energía para los quehaceres diarios, el desplazarse en buses humeantes hacia el trabajo. Parecía que gran parte del problema se solucionaría si la gente en lugar de utilizar un auto particular tomara el sistema masivo de transporte o el transporte normal, así no se formarían tantos trancones, se reduciría el tiempo de viaje, se dejaría tanta contaminación, etc, etc. Entonces suspendieron el uso del vehículo particular dos días a la semana, antes era solo de horas. Lo que ocurrió fue que el sistema masivo de transporte si antes era algo bueno, eficiente, preferible, paso a ser un sistema colapsado que no da abasto para tantas personas, se debe tener muy buena salud y precaución para tomar un bus así, roces, acosos, sentir el aliento de muchas personas, etc. La ciudad sigue humeante y hacia el occidente se deja ver la espesa nube de humo que acompaña el oxigeno de muchas personas y hay que seguir urbanizando en lugar de reforestar porque sigue llegando gente y se necesitan más autos porque uno no basta por la restricción vehicular y mas industrias sin importar si necesitan realizar emisiones atmosféricas para suplir la falta de empleos, en fin, un cuento de nunca acabar y parece que solución a la contaminación atmosférica no existe a corto plazo, parece que contribuir a reducir las emisiones de efecto invernadero no importa, debido al intenso verano se deben encender las termoeléctricas porque los embalses están a niveles bajos y por ende consumir más gas y mas carbón. Nada de esto importa, el tema del cambio climático es de especialistas, de empresas multinacionales o de gente de Europa que se dice tener ideas más extrañas o abogar por causas perdidas.

Y mientras tanto que podría hacer, si uso auto particular probablemente soluciono parcialmente mi problema de transporte, pero contribuyo con una gran cantidad de gases efecto invernadero al año. Si dejo de usar la plancha quizás ayude mucho a reducir el consumo de KW al año en casa, pero tendré que ir con la ropa arrugada al trabajo, dejar de fumar me pareció buena opción y reducir drásticamente el consumo de TV. ¿Qué más hacer? Mientras la gente no baje el problema del cambio climático de las nubes y lo asuma como una realidad en la vida cotidiana, el problema se reducirá a foros, paneles, conferencias, etc, en fin un asunto para gente extraña. Siga leyendo >>>