Comunidades irresponsables y los grandes 'señores'. Estamos ante un nuevo feudalismo?

. sábado, 29 de septiembre de 2007

Por Yesenia Torres. Qué ocurre cuando una gran empresa se instala en una zona donde la presencia del estado es limitada y con ello su capacidad de garantizar el cubrimiento de las necesidades básicas de la población? en zonas sumidas en la pobreza y el abandono?
En este punto es conveniente reflexionar sobre cual debe ser la actuación de la empresa frente a los problemas de la comunidad y los límites su responsabilidad social.

Básicamente las empresas se comporta de dos formas, de un lado ejercen su papel como ente privado e independiente de la problemática circundante, manifestando total desinterés y generando condiciones extremas de desigualad o responden creando una fundación dirigida a alguna problemática específica, que es lo que ocurre en la mayoría de entidades. En algunos casos las empresas de gran tamaño y de gran capital ante la incapacidad del estado de satisfacer las necesidades básicas de la población asumen funciones que trascienden los límites de actuación de un ente privado llegando incluso a sustituir al estado mismo, como es el caso de Drummont Ltda, Mineros S.A. y Cerrejón zona norte S.A. dedicadas a la explotación de recursos minerales, quienes actúan decididamente sobre los problemas de la población llegando a participar en decisiones de competencia de la municipalidad, como lo es el cubrimiento de servicios de agua y electricidad, mejoramiento de vías terrestres, prestación de servicios y otras actividades menores.
El riesgo para las empresas se presenta cuando las exigencias de la comunidad van en aumento o ante limitaciones presupuestales. Cuando la comunidad comienza a sentir que es un derecho de ella y una obligación de la empresa satisfacer dichas necesidades y cuando se deja de percibir como una entidad privada que opera con recursos limitados y que ante todo debe cumplir con la función básica financiera que le garantice su sostenibilidad. Cuando las empresas no cuenten con la capacidad de dar cumplimiento a las demandas de una población que se ha malacostumbrado por años. Cuando la responsabilidad social ha sido ante todo solidaria sin contar con una concientización de las acciones, con ausencia de dialogo y preparación adecuada de líderes de la comunidad, que les permita entender el papel de la empresa y el porqué de sus acciones.

Otro punto importante que debe contemplar la comunidad es la inversión de las millonarias regalías que pagan por ley las empresas a los municipios donde operan como contraprestación a la extracción de recursos, teniendo en cuenta que para las empresas mencionadas son muy superiores a los presupuestos totales de centenares de municipios similares del país, y donde no se da cuenta alguna sobre su inversión por parte del ente municipal y la población no es responsable con su función de veeduría sobre esos rubros que por derecho les corresponden.

En el caso especifico de las regalías giradas al departamento del cesar y los municipios productores de carbón en el 2007, se observa un monto total de 115,827,978,075, distribuido entre los municipios de Chiriguana (23,474,101,948), El Paso (1,502,362,924), Becerril (1,713,575,824) y otro tanto al departamento, FNR y CorpoCesar.

En la actualidad los giros de las regalías al municipio de la Jagua de Ibirico, están congelados, situación que obedece a las investigaciones que se le adelantan a tres de sus últimos alcaldes. Desde 1997 hasta 2007 se han pagado por concepto de regalías al Cesar 753,401,907,958 y por tanto no se explica el grado de abandono y atraso de sus poblaciones, que continúan viviendo en la misma condición de pobreza que antes de que la municipalidad pudiera percibir ingresos por regalías, sin embargo la comunidad, tiene igualmente su propia responsabilidad, debe no sólo exigir, sino también saber a quien se le debe exigir y el manejo de estos recursos una vez girados como efectivamente se ha hecho es de competencia de las administraciones municipales. Así, del modo como se exige y reclama la responsabilidad de la empresa, la comunidad debe reclamar del mismo modo la responsabilidad del estado y sus instancias locales.

La responsabilidad de las empresas con la comunidad también tiene límites, pero en cierta forma son responsables de ser vistos como 'señores feudales' debido a su incapacidad de resolver conflictos y no adelantar programas en la zona que permitan diversificar la economía. Las comunidades también tienen su parte al diluir en su imaginario el estado y la gran empresa como un 'señor feudal' que los debe proteger, y recordar además que como grupo de interés también tiene su propia responsabilidad.